¿... como acabar la belleza que emana de tu esencia,
si deslumbra y resplandece a travès de tus ojos?
¿como escapar al terso encanto del aroma de tu piel,
que al acercarme me cautiva hasta estremecer...?
Imposible eludir el velo sensual que ciñe tu andar,
si me sumerge embargado al mejor de los sueños.
Solo intento en mi orgullo, que al desvestir pregunto,
porque despertar...
(causi almondi)
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En la vaguedad del ensueño y la conciencia, en busqueda de un cabo al que no se ha de atar, quizás tus palabras puedan llevarme mas allá del camino inconcluso dandome una oscuridad distinta, y con distintas fronteras. Pocos accederán ante lo neobarroso ...
CAUTIVO PODER SIN FIN
alcanzame...
NEOBARROCO O NEOBARROSO?
El poema "neobarroso" es un texto proliferante que escapa a aquella raíz a la que todo poema vuelve en su calidad de cumplir con la condición verbal de "verso".
"Versura" es, de acuerdo con su etimología, la vuelta, esto es, el regreso a una instancia de orden. La imagen es mimética y su apoyatura real.
Para el poema "neobarroso" no hay imposibilidad de seguir, de trazar la vertical que, hacia abajo, constituye la imagen de fachada que da la realidad del poema.
El poema es, perceptivamente, una repetición "hacia abajo" de la medida y de la cantidad. Encuentra su realidad de ser en el retorno.
El poema "neobarroso" prolifera, pretende escapar a la condicionante del Poder de una estructura estética.
El poema "neobarroso" está en fuga de esa figura ascendente, vertical, simbólica de dominio. Sin embargo, no escapa a la ascendencia, al "provenir de.." sino que escapa a la ascensión, a la escalada jerárquica. .
No aspira a una posibilidad de altura -lo que constituiría, ontológicamente, su espiritualidad- sino que se limita a existir, a estar.
El poema "sigue" sin obligación de cumplir con la "versura", refuta la institución "verso", que obliga a la vuelta.
En su generalidad, los poemas "neobarrosos" practican una división entre la utilización programática de los significantes y el uso del lenguaje poético como señalamiento al marco social del estado de cosas del mundo.
Desconfía del orden poético a partir de la desconfianza en un orden mayor, el del mundo. En otras palabras, para los poemas "neobarrosos" la delimitante última es social. (cita del autor Eduardo Milán en ZUNÁI - Revista de Poesia & Debates).
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